No podemos negar que el cine y la arquitectura son dos experiencias únicas y diferentes pero la realidad es que con un poco de análisis podemos llegar a la conclusión de que a pesar de que son dos experiencias ambas, en su base, son simplemente “viajes” por un espacio. En ambos el ser humano está de espectador, en la arquitectura la persona tiene el control completo de la experiencia, el decide que partes del espacio ver, cuales áreas transitar y en el caso del cine el ser humano está sujeto a lo que se le quiera presentar, si un puede escoger que película ver, pero ese es el único control que uno tiene (excepto en la película Black Mirror: Bandersnatch, rompe una dimensión) no tienes el control de cómo va la narrativa ni de que espacios puedes o no puedes observas, en fin en el cine, el espacio es un simulador, te lleva a otra realidad con simplemente poner imágenes en secuencia y en la arquitectura la experiencia se concentra en el movimiento dentro del “envase.".